Ni que fuera gripa.

La comunicación, el internet y el entorno.

Muchas historias se me vienen a la mente, por lo regular me gusta observar el entorno, saber que cada persona que va pasando tiene algo que hacer, algo en que pensar, y es que cada uno de nosotros tenemos nuestra manera de sentirnos, algunos bien, otros no tan bien, hay ocasiones en que algunas personas se sienten mal, ya sea por su estado de ánimo o por cuestiones de salud. Y es que a veces nos complicamos tanto, hoy en día con tanto progreso; sobre todo en el área de comunicación, puedes de manera instantánea hablar con cualquier persona en cualquier parte del mundo, pensar que antes; cuando no existía tanta tecnología las personas se comunicaban solo en los lugares de donde eran, y me refiero a cuando ni siquiera existía el correo, de hecho; el platicar con otras personas creo que era un modo de entretenimiento, ya que sin radio, sin televisión; las personas conversaban y se conocían de una manera personalizada, hoy en día a través de la tecnología conoces a las personas por imágenes y en ocasiones “platicas” enviando un mensaje de voz, por lo regular también escribes en lugar de hablar. Y si observas a tu alrededor, la mayoría de las personas tienen un celular en mano y de manera constante están revisando si tienen mensajes, si alguien realizó una publicación en alguna red social, o simplemente; si compraste algo para comer, tomas una foto y la publicas en redes sociales y todo mundo puede saber lo que estas comiendo en ese momento, en donde estas y lo que estás haciendo, así es la vida moderna, muchas personas que todo escriben en redes sociales, y al decir todo me refiero a todo hasta cuándo van al baño. Y sentimos que todo mundo debe de leer lo que publicamos y estamos revisando quienes y/o cuantas personas ya leyeron o comentaron o replicaron lo que yo estoy escribiendo.

Personalmente, no tengo nada en contra de la comunicación y todo mundo es libre de escribir lo que le venga en gana, solamente que hay ocasiones que no le encuentro sentido de invertir un tiempo que puedes aprovechar en otra cosa, hay ocasiones que observo comentarios desde lo simpático hasta lo absurdo, desde aconsejar a alguien hasta también llegar a lo ofensivo y es que ahora resulta que también las personas se disgustan por internet, llegan a tener peleas virtuales, no nos detenemos a pensar lo que se escribe, hubo un tiempo que las personas se enviaban cartas, pensaban lo que iban a escribir para la persona que iba a leer el mensaje a enviar, ya sea algún mensaje para saludar a un familiar, para externar tus sentimientos al ser amado, por motivos de trabajo, o la situación por la cual escribieran las personas era de una manera atenta y respetuosa, y no puedo asegurar pero tampoco negar que algunas personas hayan enviado alguna carta para hacer un reclamo a alguien pero por lo regular lo escrito era en armonía, hoy en día cualquiera que le caigas mal te amenazan hasta de muerte por internet, pero bueno; desde los halagos hasta los insultos están a la orden del día en internet. Acabo de ver una noticia local en la que todo mundo juzga a priori, a los involucradas y los comentarios son ominosos, publicaciones de personas que con solo ver una noticia, muy lamentable desde luego lo que vi, pero inmediatamente empiezan a comentar sobre personas que ni siquiera conocen, ni tampoco saben exactamente qué pasó pero la mayoría estallan interpretando y aplicando sobre lo que se escucha en un video y cada quien entiende y juzga a su manera, a eso me refiero cuando digo que no inviertes tu tiempo con comentarios de ese tipo, de hecho a pesar de ser una tragedia la noticia que leí, tiene un sinfín de “me gusta”, entonces no entiendo; porque muchas de las personas que dieron click al botón “me gusta” sean los mismos que se indignan y comentan como si nunca en la vida pudieran cometer un error, desde uno sencillo hasta uno fatal, ello demuestra su ignorancia y estupidez.

Regresando al tema de las cartas, las personas hacían su máximo esfuerzo y sacaban a relucir su mejor ortografía, así es; se escribía de puño y letra, hoy en día a través de un teclado o con los dedos presionando la pantalla de un teléfono inteligente, eso sí; con su respectivo corrector ortográfico ya que sin ello los jóvenes de hoy en día no saben ni que palabra lleva acento o cual lleva “h” o si se escribe con tal o cual letra alguna palabra, hoy en día en los mensajes de texto existe una nueva forma de escritura, en donde se utilizan muchas abreviaturas, o cambiar la palabra “que” por un simple “k”, o utilizar algún emoji, de tal manera que además de que casi no hablamos con las personas también estamos destrozando nuestro bello idioma en la forma en que escribimos, que es más práctico y más rápido; también lo acepto pero, sin el ánimo de ser tradicionalista debemos encontrar la forma de que no se pierda la formalidad de la escritura, hay jóvenes que llegan a trabajar a las empresas y no pueden redactar como debe de ser un simple memorándum, es más me regreso un poco, ni siquiera pueden lograr llenar una solicitud de empleo o su hoja de vida sin errores ortográficos con todo y que tenga en su ordenador un corrector que les vaya indicando en donde están escribiendo mal alguna palabra, pero bueno eso es parte de toda la tecnología que lo reconozco, nos favorece bastante pero también perjudica a las personas, en no darles la oportunidad de aprender cómo debe de ser el simple hecho de escribir bien una palabra, en quitarles el tiempo a las personas.

Y no soy alguien que esté en contra de la tecnología ni de las redes sociales ni de los diferentes medios de comunicación que existen a través del internet, simplemente expongo la forma en que hay cosas que nos absorben de manera exagerada.

El mensaje aplica para todos, incluyendo al Diletante que lo escribió.



Francisco Castro.