La historia no la escriben los ganadores.
La historia no la escriben los ganadores.
Una de las grandes batallas de la
historia, fue la de Qadesh que data del año 1274 a.c. Su principal protagonista fue Ramsés II, quien
peleó con su ejército Egipcio en contra de los Hititas de Muhuatalli, según mi
entender; esa sanguinaria batalla de infantería y carros jalados por caballos
fue prácticamente un empate, y más allá de ello se pudiera llegar a pensar que
fueron los Hititas quienes resultaron vencedores, ya que Ramsés II declinó a la
idea de invadirlos o volver a pelear en contra de ellos, de hecho existe un
tratado de paz entre ambos pueblos, ya que fue quizás la primer batalla
documentada de la época.
La Victoria de Ramsés II es
cuestionada por los analistas historiadores, quienes basados en estudios arqueológicos
así como epigráficos otorgan hoy en día
una versión muy distinta a la “original”.
A pesar de ello, cuando el Faraón
regresó; se proclamó victorioso ante su pueblo, hizo que se escribiera Poema de
Pentaur, el cual narra cómo enfrentó a sus enemigos y salen triunfantes de
dicha batalla, de esa forma; Ramsés continuaba fuerte y no perdía liderazgo
ante su pueblo.
El hecho es que más que
adentrarnos en los detalles de dicha batalla, lo que deseo resaltar es la forma
en que en ocasiones la historia no es como nos la han contado, hemos leído
libros de texto desde la educación primaria donde aprendemos lo que han hecho personajes
ilustres de nuestra nación.
Cuantas historias no hemos leído
incluso de “Héroes Nacionales” donde nos narran anécdotas que no sabemos en
realidad si se trata de la realidad, igual sucede en el género de la música, si
me voy a esas canciones que narran lo que hizo alguna persona, me refiero a los
corridos, historias que no sabemos si le ponen de más o de menos; pero siempre
el protagonista es prácticamente un héroe y así sucede no solo con lo que
escuchamos y leemos debido a que alguien escribe lo que el protagonista de la
historia desea que las demás personas conozcan.
Es por ello que llego a la conclusión siguiente:
La historia no la escriben los ganadores, sino quien tiene
la pluma en la mano.
Francisco Castro.
Francisco Castro.
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