Bailes de cachimba y Boda baile.


Bailes de cachimba y Boda baile.

Baile de cachimba.    

          Mi abuelo paterno y su hermano fueron músicos, de nombre Aparicio y Ramón Castro Cota respectivamente, aunque me tocó convivir menos tiempo con mi abuelo quien falleció por allá del año de 1989 antes que mi Tío Ramón su hermano, con quien mientras yo crecía, tuve oportunidad de como decimos “echar la platicada” cada vez que lo visitaba en Sinaloa de Leyva.

   Una ocasión Tío Ramón me comentó cuando de jóvenes salían a tocar a las rancherías, aunque algunas tocadas eran en fiestas particulares, otras eran masivas, así como cuando llega una gran agrupación a una ciudad y se presenta en un estadio, previo anuncio, venta de boletos, y empiezan a instalarse con muchas horas de anticipación ya que el equipo de sonido y las luces deben probarse para estar 100% funcionales a la hora de iniciar el evento. Pues en aquellos gloriosos ayeres a esos bailes masivos se les conocía como: Baile de Cachimba, la publicidad era de boca en boca y solo bastaba con llegar unos minutos antes de la hora acordada, no llegaban en autobús; sino a caballo, solamente con sus instrumentos musicales para que iniciará el evento ya que no había ni luces led, ni micrófonos, ni bocinas, ni mezcladoras de sonido, ni toda esa tecnología que hoy existe, eso sí;  se notaba la euforia y la algarabía de los asistentes cuando empezaban a interpretar canciones del repertorio que llevaban previamente ensayado.

El escenario estaba distribuido de la siguiente manera: Los músicos al frente, los asistentes al evento sentados en forma de herradura frente a los filarmónicos en un espacio totalmente de tierra, eso si previamente regado y alumbrado con unas lámparas de un derivado del petróleo denominado tractolina a las que les llamaban cachimbas, de ahí el nombre de baile de chachimba, eso sí; en esas rancherías los hombres asistentes iban la mayoría armados con una pistola calibre 38 o una 45, hasta los músicos iban equipados con sus armas de fuego. Era mera precaución, ya que según me contaba mi Tío Ramón, casi no había riñas; pero cuando se topaban  con alguna persona irascible,  pues se armaba la balacera y tenías que ir preparado.  Lo que sí me llamó mucho la atención y me gusta echar a volar la imaginación; es cuando iniciaban a tocar, las personas se levantaban a bailar, terminaba la pieza musical y volvían al mismo sitio donde estaban sentadas(os), eso sí, la bebida (vinos artesanales elaborados en las rancherías, los cuales llevaban en un garrafonsito o una botella con su  tapón de olote) que dejaban en su lugar cuando se levantaban a bailar, cuando regresaban; ahí estaba, las personas respetaban eso y no robaban las bebidas de los demás. Así eran los bailes de cachimba.

Boda baile.

       Un evento del cual tengo algunos años que no he esuchado, son las muy famosas y concurridas Boda Baile, las cuales se anunciaban hasta por la radio, recuerdo escuchar comerciales que anunciaban: “Boda baile, habrá boda baile en el ejido, pueblo o rancho de donde eran los novios.

¿En qué consistían estas celebraciones? Pues se trataba de una boda normal donde una pareja se casaba por el civil, acudían a la iglesia los casaban y en lugar de rentar un salón, que por cierto hoy en día tienes que apartarlo hasta con un año de anticipación, pues solo era cuestión de avisar a la autoridad del pueblo del evento el cual se llevaba a cabo en la cancha del lugar, llevabas unos músicos a quienes los novios no pagaban por ir a tocar, ya que la cancha se cercaba y todas las personas que quisieran podían acudir, aunque no fueran ni siquiera conocidos de los novios, las parejas ingresaban a bailar y por ahí a media canción les llegaba un cobrador de parte de los músicos, cobraba la cuota correspondiente al baile, pagaban y les colocaba un “distintivo” a la pareja, con ello podían salir de la cancha y volver a ingresar cuantas veces lo desearan, bajo esta modalidad la pareja disfrutaba de la música y del baile, y los invitados pagaban la música entre todos con solo ingresar a bailar, así se beneficiaban los novios sin pagar la música y el conjunto musical porque trabajaban y ganaban dinero por ir a tocar al evento y todos se divertían.


Francisco Castro.

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